Amantes egoístas de andar por casa.
Escrito el 17 enero, 2017
Por: Sexnambula
El egoísta sexual. Cuando la vida es recibir.
La vida del egoísta es recibir pensando que el da solo con estar. El amate egoísta es ese torero que al acabar su corrida espera aplausos y pañuelos blancos por dos golpes de capote. También espera orgasmos simultáneos con tres golpes de cadera.
El amante egoísta un día se cayó en una marmita. Estaba llena de porno. A la tercera embestida las chicas orgasmeaban despertando al vecindario. En su mundo piruleta no hay sudor ni olor. En ese momento debió de golpearse con algo. La impronta quedó grabada. Muy egoísta y muy vago. Ande yo caliente… .
El Cunnilingus es de pringaos.
Para el amante egoísta el cunnilingus es de pringaos. Y la masturbación, esa cosa que hacen los adolescentes. Además: “ mi mujer se corre con vérmela”. Tres premisas que, probablemente se llevará a la tumba.
Y por supuesto que hay mujeres vagas y egoístas. Las hay que dicen incluso que prefieren ir de rebajas que echar un polvo con su marido. También que el sexo es un bien sobrevalorado. Hay incluso quien dice esto antes de los veinticinco. Hay mucha gente que no valora aquellos bienes por los que no hay que pagar dinero.
Luego está la otra parte. Aquellos que piensan que querer no es fichar. Ni que negocian un orgasmo por otro. Pero que prefieren hacer lo posible para provocarlo antes de darse la vuelta porque ellos ya lo han tenido.
Hay gente por ahí a la que no le importa dar. Que les complace el placer ajeno, incluso cuando no sea lo más cómodo para ellos. Incluso que sacrifican diez minutos de su sueño . Lo suelen ganar en salud y en vida.
No es que el egoísta sexual sea un delincuente. No hay que perseguirlo. De nadie se puede esperar lo que no puede dar. Tal vez lo que pasa es que el que convive con un egoísta sexual no sea tan generoso como se cree. Si lo fuera tal vez lo pasaría por alto. Al final, el picor cesa. El sexo no lo es todo. Eso es lo que te dices. Te autoayudas y autocalmas.
Ahora que te has dado cuenta de que no eres tan generoso como creías tal vez ya no estés tan dispuesto a aplaudir y sacar pañuelo blanco. El torero egoísta seguirá creyendo que te ha matado de placer al tercer estoque y vuelta al ruedo. Sácale de su error o mejor, sácale de tu cama.