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Amor en tiempos de asilo.

Escrito el 4 febrero, 2017
Por: Sexnambula

Amores en tiempos de pensión.

Menos mal que un día empieza la era de los amores prácticos.

Afortunadamente un día tienes sesenta y ocho años.  Así que los ovarios llevan casi dos décadas en barbecho. Y de adorno. Como una figurita de Lladró. Igualito que sus testículos y el contenido que portan. ¡ Qué alivio¡ . Ya ni te acuerdas de cuando se te quitó la tontería.

El amor de tu vida, está claro, nació en otro continente. Calculas que en las antípodas. Tu de viajar no eres. Con la renta de garantía de ingresos no te daba para Australia. No pudiste salir al encuentro de los testículos de tu vida. El hombre que los portaba andaba lejos. Calculas que un hombre maravilloso. Culto, atractivo, interesante. Un “ chico ONG”, que fue a retirarse a Zanzibar. Tampoco te da con la pensión no contributiva a la que has tenido la suerte de optar.

El amor en tiempos de asilo.01

Igualmente el no tuvo posibilidad de migrar. Le detuvieron dos gemelos y un curro durante treinta y cinco años. Y un matrimonio con la mujer de su vida. Sin embargo ella encontró al hombre de su vida, pero lejos. Mientras él, se quedaba con los gemelos y con la hipoteca. Además, la pensión contributiva tampoco era muy elástica. Lo suficiente para una semana en un balneario de Asturias.  En el baño turco os conocisteis.

Un flechazo

No fue exactamente un flechazo. Tú te diste un resbalón. El te acompañó a la enfermería. Te espero a la salida. En el accidente se te cayó el pastillero que llevabas en el albornoz. Está muy bien a sus setenta y cinco. Tu estupenda. Solo te saca siete.

Pero la naturaleza ya no está de vuestro lado. Perfecto. Así  no piensa en engañaros. Cupido esta recorriendo institutos, gimnasios, y centros de reinserción. Al tiempo, en los balnearios y club de jubilados, los usuarios se apañan solos. No les hacen falta hormonas. También es verdad ;las producen en grado deficitario.

No habrá polillas, ni mariposas. Mucho menos cabalgaran en ponis rosas. Cierto es que el invierno viene frio y la calefacción impagable. Pensión contributiva más media pensión. Además la señora es maja. Se le nota que ha leído.       ¡ No le voy a hacer un casting!. Evidentemente, no es mi mujer ideal.  Porque ese zorrón de pelo largo se fue con mi mejor amigo. Yo se lo pago con rencor y con todo mi amor.