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Barbarella. La censura y los cómics caros

Escrito el 24 octubre, 2016
Por: Sexnambula

Barbarella. Cara de Comprar

Barbarella fue una chica vanguardista. Pionera en buenorras de cómic, de mente abierta y curvas cerradas, apareció por primera vez en 1962 en una revista francesa, la V magazine.

Jean Claude Forest inaguró con “Barbarella”, una viajera interestelar que se quitaba la ropa con pasmosa facilidad, en vista de lo difícil que debía de resultar “ enguatarse” esos modelacos infernales, y no por feos, sino por poco prácticos, ni para viajar por el cosmos ni para una sesión de cabaret tecno. ¿Dónde llevaban la costura, el cierre o la cremallera?. Misterio.

   Tarzella

      En sus inicios al autor le sugirieron hacer de su criaturita un Tarzán en mujer. Tarzella se llamaría, no le querían volver loco al dibujante.

Al final, acabó como agente de la República de la Tierra en misión especial para encontrar al científico Duran Duran.

De naturaleza sensual y generosa, Barbarella pasa por diferentes aventuras, especialmente sexuales, ya que en su viaje, descubre que hay algo que ha dejado de practicarse en la tierra para lo que ella tiene un talento natural. Follar.

Barbarella abrió camino para “ el cómic para adultos”, que tuvo bastante éxito en las tres décadas posteriores. Sin embargo, Barbarella, su pelazo, sus curvas y sus modelos, brillantemente improbables, tuvieron que enfrentarse con la censura de la no tan liberada Francia.

barbarella

   Desnudez y desfachatez

En 1964, la ley prohibía “Los viajes de Barbarella”. A esta chica y a su dibujante había que impedirles de una vez su desnudez y su desfachatez.

La forma de “saltarse” la ley, y de paso el secuestro del cuerpazo y de las aventuras que le hacía correr a su divina Barbarella, hubiera podido ser su elevadísimo precio para la época (“ Les voyages de Barbarella” costaba el equivalente a setenta euros).

Estaba claro, al alcance de menos, el vicio dejaba de serlo. A esos precios, hablamos de entretenimiento para burgueses fuera del alcance de pobres pervertidos.

Lo curioso es que a la comisión censora le pareció una opción de lo más correcta para pasarse la prohibición por el “forraco”. Claro que sí.¡Qué bien pensado todo! ¡Más censores de estos nos hacen falta!.

¡Qué nos protejan de los desnudos¡. ¡ De la guarrería a fuerza de desincentivar el consumo!. Tendríamos más disponible y más moral. Ya no quedan legisladores como los de los años sesenta.

Sin embargo, aunque la Comisión de Vigilancia de la censura estuvo a punto de hacerle la vista gorda a este cómic versión “High-Class” barra ” Bohème-Bourgeois”,  alguien de un escalón superior instauró el criterio y la cordura. En 1964 se prohíbe la exposición de “ Los viajes de Barbarella” así como cualquier tipo de publicidad.

A pesar de la censura, nunca dejo de comercializarse, aunque su cuerpo no alegrara los escaparates.