DIVORCIO Y RELACIONES A LA AMERICANA
Escrito el 6 octubre, 2016
Por: Sexnambula
Divorcio. Ni amigos, ni lo contrario para siempre.
Divorcio. Ni amigos, ni lo contrario, y para siempre.
Esto de las relaciones diplomáticas con los “ex” es un tema recurrente en las páginas de psicología, en los libros de auto- ayuda y en la “ Cosmpolitan”. También en las pelis, sobre todo en las americanas, que en esto del divorcio, son bastante pioneros.
Ahí llega el padre, divorciado, con una ranchera del tamaño de un porta-aviones mediano . Llega al porche de su ex, Betty.
Betty se encuentra esperándole en la puerta al lado del hijo común. El niño, normalmente suele llamarse Ben, de Benjamín, o Sam, de Samuel. Lleva una mochila que no le cabe en la espaldita. En el caso de que Ben ( o Sam), sean pequeñines, suelen llevarse el osito de peluche en la mano. Normalmente el oso se llama “señor oso”. Corre a los brazos de su padre, un hombre fornido, con cara de haberse tomado dos “bourbons” en el bar de la esquina. Eso, o es que no lo ha superado, lo del divorcio. Lo del divorcio lo lleva tan mal como arrugada lleva la camiseta.
Abraza a su campeón, lo coge en brazos y lo lleva a ese coche enorme como un Walmart
Betty les sigue con la mirada. Le dice: “no dudes en llamarme si el niño necesita algo. Y tú…¿estás bien?.” Le dice que les espera el domingo a la tarde.
Evidentemente no hay custodia compartida. El fornido y triste divorciado se somete a un régimen de visitas.
Los dos posibles motivos del divorcio:
Intuimos dos posibles motivos de divorcio
1.- El marido, inspector de policía absorvido por su trabajo, vivía más en la comisaria que con su Ben y su Betty.
El triste inspector llegaba irremediablemente tarde, o no lo hacía. Especialmente a los cumpleaños. Siempre me ha llamado la atención porque le dan tanta importancia a las fiestas de cumpleaños. Betty, mas frustrada que desenamorada, pide el divorcio. Betty sigue desenfocada con su macho. El que le puso las pilas a su linternita. Pero el macho, se quedó sin tiempos o sin ganas para ir a por más pilas. Se les apagó la luz. Ya está. Y esta es la primera y última vez, a dios pongo por testigo, que hago una referencia a algo que recuerde remotamente a Alejandro Sanz.
2- Esta es una versión reducida del punto uno. Hubo un catalizador acelerador.
La pareja pasa exactamente por el mismo camino, sin embargo, en uno de esos días que el inspector llegaba tarde a uno de las fiestas de cumpleaños de Bennie, hizo una parada. Of course, en el bar de “bourbons” de la esquina. Había sido un mal día. Festival de “pitufeo”, corrupción y psico-killers. Tenía que vaciar un poco su asco y su rabia. No le quería manchar demasiado la fiesta de cumpleaños a su Bennie. A Paula, la camarera, le manchó algo más. Por alguna razón, o por algún vecino ocioso de lengua rápida y piel gorda, Betty se enteró.( Continua en unos días)