El amor con conservantes. (1)

Escrito el 14 diciembre, 2016

Por: Sexnambula

Alargar el amor en conservantes

Con el tiempo, al amor y al sexo hay que planificarles una dieta. A ser posible con conservantes.

La dieta del Guido, como la del cucurucho ( come poco, folla mucho) pero de seguido, sirve unos meses. Tras el furor inicial por los buenos alimentos, hace falta como siempre, lo siento, planificar y conservar.

Al principio de las relaciones, los dos miembros de la pareja se mimetizan en costumbres nutritivo-sexuales. Da igual que uno sea vegano-tirano y el otro hervívoro-flexible. En los comienzos los dos son sexóvoros convencidos. Nada que añadir. Comida cruda, rica y sin conservantes. “ Te quiero que te como”, se dicen. No están tan lejos de la realidad. Te alimentas del aire y del follar.

Muy dulce o muy salado

Además, no hacen falta condimentos. Ni hay que moler especias ni echar picante. Todo esta muy dulce o muy salado. Va sobradico de sabor e intensidad. Eso sí, todo muy fresco y muy espontaneo.

Pasados los meses el sabor se va pervirtiendo. Tal vez aquí, el significado de pervertido no es el que más nos gustaría. Da igual que lo pongas en el frigorífico o en conserva. ¡ Qué sí! Tienes experiencia de otras veces. Ahora pones tu deseo a buen recaudo. Lo llevas a lugares secos y aireados. Pues no hay manera. La cosa es que se jode. Irremediablemente se estropea. El sabor se diluye. No hay manera. El aroma se ha escapado. Creo que la cosa se está poniendo sosa.