A esta pareja le queda un carnaval
Escrito el 1 marzo, 2017
Por: Sexnambula
El lobo, caperucita y la crisis final.
Quinto año de la relación. Ultimo carnaval. Crisis final. Este año quedamos en que los disfraces los compraba yo. El no solo está más gordo. El Carnaval pasado no podía ni con el menhir de cartón piedra. Este año tampoco no puede ni levantar un pene. El suyo concretamente. Tras grandes esfuerzos yo he conseguido rebajar el consumo de bollos y galletas. Pero no estoy más delgada, si bastante más cabreada. Sin embargo este año me he empoderado. Además paso de depilaciones, de fajas y demás medios de compresión. También de los de represión.
Erótica inversa
En la ciudad del norte donde vine a trabajar hace dos grados en carnaval. Se acabaron las minifaldas, las cachondas y las ridiculeces. Al menos para mi. Se acabo poner el culo en pompa para comprobar si este machiruli se excita con esta mari tonta. Esperando que esta relación vuelva a emitir una diminuta chispita. Un micro brillo. Tal vez un reflejo de aquella cosa que recuerdo a lo lejos. Quizás pequeñas descargas. Este año vamos a probar la erótica inversa.
Yo me he comprado un disfraz de lobo. Más peluche que feroz. Han sido veinte “eurazos” en el Primark. Calienta de cojones. Es puro nailon. De esos que creo, autocombustionan si hay mucho frote. Afortunadamente de esto último no hay peligro. El de mi novio lo he comprado en el chino. De caperucita roja. Una talla de mujer real. Así dirían en la Cuore. Un poco hipocritilla…mujer real. Desde luego es para gordas. Sin duda, XXL.
Espero que le dure el tiempo suficiente. Tal vez explote en su faldita de Caperucita. El tiempo en el que el lobo entra y viola a caperucita. No, en realidad es caperucita quien viola al lobo. Poco importa el orden. No nos vamos a pelear en el polvo de despedida. Además, el lunes, soltera, ya cambiaré de vida.