G de Gräfenferb.
Escrito el 7 enero, 2017
Por: Sexnambula
El punto G. El más discreto del mundo.
El punto G. Ese lugar que algunas dicen haberse encontrado y del que tantos otros niegan su existencia.
A pesar de que yo iba para arqueóloga, barra buscadora de tesoros, nunca me he encontrado semejante paraíso. Eso sí, soy de naturaleza humilde. Confieso el hecho. El de que soy más torpe que “un puerco-espín con manoplas” de velcro. Por tanto, no seré yo quien diga que el punto G no existe.
Además, solo hay que meterse en Google. Encontrarás chorrazo de tutoriales. Buscadores ardientes del puntito. Gente que, habiendo trascurrido por el lado oscuro, está dispuesto a darnos luz. Todos más entregados que Indiana Jones en el Museo de Pérgamo.
El lugar más discreto del mundo.
Así que, seamos optimistas. Como si nos hubiéramos merendado el espíritu de Mr. Wonderful. Por una vez. Sin que sirva de precedente. Vamos a iniciar la búsqueda del punto G. El lugar más discreto del mundo.
Ese punto que, no puedes meter en el Google Maps. Ese lugar más mítico que el Monte Olimpo. Tan cercano y a mano. Tan lejos a la vez el muy cabrón.
Eso sí, dicen que encontrarlo y alcanzarlo garantiza placer seguro.Se comenta que es una especie de interruptor. Placer on y placer off. Un chollo para los poco hábiles. Una bendición para los amantes generosos. También para los egoístas. El no va más del orgasmo femenino.
Una vez localizado en el mapa solo habría que volver, una y otra vez para llegar al clímax. A poco que manipules con gracia, el punto G te ofrece gloria. No hace falta técnica, sólo un mapa.
Por favor, si de verdad existes ¡ Manifiestate!. En el caso de que alguien lo haya encontrado, solidaridad. Y las coordenadas. Si son tan amables. ( Se gratificará, gracias).