Goles, amores, polvos y natalidad.
Escrito el 30 noviembre, 2016
Por: Sexnambula
Los goles engendran bebes.
Los goles. Posiblemente el antidepresivo más “barato”de nuestra cultura. Entiéndase con barato el hecho de que no tenemos que ir a comprarlo. Seguramente el pago por gol, de una forma u otra viene escondido en nuestros impuestos. En el caso de que fuera así se entenderían muchas cosas. Esto lo dejo para otro rato.
Al llegar el viernes, solo el hecho del fin de semana nos predispone a la felicidad. Corta, mediatizada, un poco idiotizada pero, al fin y al cabo, alegría. Sábado, sábadete, día mitificado donde los haya. Entre que te lo piensas e intentas descansar, te plantas en domingo. Sin polvo a la vista. La casa y las ideas de tu pareja no pueden estar más limpias. Tu pasas el trapo y yo el Pronto.
Domingo. Esas tardes de Domingo que ya son negras a las cinco. Sí, puedes ir al cine con tu novio. Siempre claro, que no haya partido.
Hoy hay partido
Son las siete de la tarde. El lunes se aproxima. “Cabrón, estás cerca”. Sin embargo hoy hay partido. Noventa minutos, elásticos como la masa de la pizza. Un montón de tiempo aún que te separa de la cama. También del despertador, de tu jefe, de tus mierdas. Sí, la cama. Antes, pensabas que nunca necesitarías excusas para irte a la cama. Para lo que fuera que usaras la cama. Últimamente, sólo para dormir. Bastante mal, por cierto.
Muchas veces, aquellos que se van a acostar sin un vaso de agua y un orfidal en la mano resultan sospechosos. Será gente ociosa. Puede que parados. También están los cabeza chorlito. ¡ Cómo sino iban a conciliar el sueño! .Tal vez sean tan pobres que no les de para pastillas. Sólo pueden conejear. El hombre medio, responsable, no está para muchas ostias. Puede que el domingo tenga acceso a algo de placer. Pedir la cena, aplacar a las dos fieras, coger una lata de cerveza, sentarse a ver el partido. Un pequeño alto en esta vida complicada a la que llamamos sencilla.