Hacerse una paja. Que crimen.
Escrito el 18 septiembre, 2015
Por: Sexnambula
Hacerse una paja parece un crimen…
Esta semana, leyendo una revista de salud, en la sección “ Nuestro experto responde”, una mujer preocupada escribía a la sexóloga: “ he sorprendido a mi marido masturbándose. Además, tengo la sensación de que ya no le interesa el sexo conmigo. ¿Tengo que preocuparme?”
Dicho por los médicos, la masturbación es una practica generalizada que no tiene nada que ver con el hecho de tener pareja, no tenerla o que las cosas en el terreno sexual, marchen o no.
“ Hacerse una paja” no tiene un significado especial. Es simplemente otra modalidad sexual que además, sirve tanto como relajante para coger el sueño después de un día jodido, como para reajustar las necesidades en una pareja porque cada uno tiene sus ritmos.
Si hay algo que ha hecho pupa después del príncipe azul brillante-deslumbrante de Disney, es sin lugar a dudas, el mito de la “súper-conexión”. Nos apetece siempre, pero siempre, follar a la vez. Porque se miran y se encienden. Se rozan la mano y combustionan. Ella, da un solo golpe de melena y el capitán de él ya esta saludando al sol. El, se desabrocha un botón de la camisa y ella le salta encima cual cabritilla hiper-hormonada. Y es así en todas las películas, sean románticas y algodonosas ( cualquiera de J. Aniston o de J. López por ejemplo) o sean thrillers o pelis de secuestros ultra-testosterónicos ( me da igual la saga Transportter que la de la Jungla de Cristal…) Siempre la misma secuencia de hechos. Los dos nos venimos arriba a la vez, y los dos, muy importante/very important, nos corremos a-la- vez.
La realidad de la Pepi, de Ramón, de Tomás, de la Vane, la tuya, la mía es que, cada uno tenemos un horario por decirlo de alguna manera. Es menos glamuroso, mola mucho menos, es todo menos azul y menos brillante ( el cielo y el mar en las pelis también es más azul y más brillante) y sí, es verdad, no somos siameses, ni estamos mega-conectados y vamos, además, regular en materia de sincronizacion ( Oui, je suis desolée).
Así que, si tu cari está en periodo refractario porque ha tenido a bien ejercer su derecho a hacerse una paja hace un par de horas porque a ti en ese momento te venia fatal hacerle eso o cualquier otra cosa y ahora él no está para festivales, y mira por donde a ti, se te acaba de encender el farolillo rojo, tranqui, no panic y sobre todo, no te enfades. Te cojes la Cuore (o el catalogo del Ikea que acaba de llegar) y esperas a que te baje el calentón o, viendo que esto no sucede, tu y tus manitas os vais a un sitio agradable y sabiendo lo que tienes que hacer (hacerte un dedo), a gozar que son dos días ( y encima mal sincronizados).
Y si aún así, alguien aún ve malo hacerse una paja o un dedo, por favor que eche un vistazo a este artículo:
Y si te has aburrido con este artículo, ya sabes:
A hacerse una paja o un dedo.