MI PENE NO ES PEQUEÑO
Escrito el 8 diciembre, 2015
Por: Sexnambula
El pene en medidas
¿ Te comparas en las duchas del gimnasio? Te dices a ti mismo entre resignado y frustrado: “mi pene no es pequeño”. No lo hagas.
Es verdad que las diferencias en las medidas son más evidentes en sus momentos flácidos, ya que “ con la excitación el pene pequeño crece más mientras que los más grandes tienden a conservar su tamaño por lo que más que crecer, se endurecen” ( Ya veis mujeres del mundo, los hombre son solidarios entre ellos hasta cuando se les pone dura…).
Un pene puede encontrarse por debajo del tamaño “ normal” por razones hormonales. El hipogonadismo, por ejemplo, trae como consecuencia un escaso desarrollo genital. Otros factores, más que su tamaño, determinan su apariencia. Por ejemplo, hombres con una gran cantidad de grasa supra-púbica que parecen tener pitos pequeños cuando en realidad no lo son tanto. Cuestión de proporciones, como todo en esta vida. Al contrario, hombres de constitución ósea muy estrecha, con caderas y muslos muy finos que hacen que su sargento parezca un capitán general..
En la mayoría de los casos y hablando de penes pequeños, si no hay patología , el tamaño, como bien sabéis, no tiene porque impedir una relación coital satisfactoria. En absoluto. Cualquier pene que pueda penetrar una vagina es, no solo bienvenido sino que, teniendo en cuenta que las terminaciones nerviosas vaginales se encuentran en los primeros centímetros del conducto, no hace falta partir en viaje espeleológico hasta las profundidades, buscando la entrada del útero, no. Lo que hace falta es ganas y cachondeo, pero eso, ni te lo da ni te lo quita cuatro centímetros.
Así que a partir de ahora, cuando oigas un diminutivo referido a tu miembro estándar ( o cualquiera que sea su tamaño), no te enfades. Eso sí, si no te gusta que tu pareja te lo diga díselo, directamente. No pasa nada: “ No me gusta que le llames cualquier cosa que acabe en -ita” que no sea bonita” . Ya está, así de simple; para eso estamos, para comunicarnos y para hacernos la vida y el sexo agradable, y los detalles, hasta los más pequeñitos, mejor cuidarlos.
Así que, pollas del mundo, pequeñas, estandars o grandes. Uniros a la causa. ¡Viva la madre vagina qué os pario y amadla y cuidadla como se merece así como os amáis a vosotras mismas!
Por una pene-cracia variada, libre, independiente y cachonda.