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Porno adictos. Falta de ganas por exceso de excitación.

Escrito el 24 noviembre, 2016
Por: Sexnambula

Porno adictos. Mucho estímulo y pocas ganas

La adicción al porno puede dar lugar a una falta de apetito sexual. Al menos, esta parece ser una de las consecuencias de una excesiva exposición al sexo .También el hecho de que cada vez más, la introducción al consumo, el porno no puede ser menos, se adelante en el tiempo.

 Parece un contradicción. En primer lugar, el porno se considera sustitutivo o preliminar del sexo real. Se consume sexo, porque, no hay suficiente sexo real. O tal vez no. Se deja de practicar sexo real al darse un exceso de sexo, virtual.

Según un estudio de la Universidad de Cambridge, el consumidor de porno es cada vez más joven. También, cada vez más compulsivo.

Además, se observan similitudes entre la adición a tóxicos y sustancias químicas y el “consumo de sexo”.

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No siendo los estudios concluyentes si que es cuantificable un hecho, el creciente problema de disfunción eréctil a edades cada vez más tempranas. Por un lado, el consumo de pornografía, crea unas expectativas irreales, por otro la iniciación se adelanta. Así, la inmadurez y la falta de experiencia se unen a la presión por la eficacia. La eficacia traducida en erección. Además, ya no vale una pareja real para excitarse.

Una enorme pasteleria

El mundo del porno es una enorme pastelería. Un mundo de pastelitos multicolores a tu alcance. Edén de colores y estética perfecta. No se te niega nada, Tampoco tienes que pensar en nada. Todo en exposición , nunca te quedas con hambre. El paraíso de sensaciones te acaba saturando el cerebro.

 Así que, al llegar a casa, si hay suerte, te esperará una humilde magdalena. Está rica y huele bien. Pero no deja de ser una humilde magdalena. Vienes de la macro pastelería . Una y otra vez has “metido “ tu lengua y el resto de tus partes regias en esas cremas luminosas. Casi fosforescentes. Te has zampado ochenta cupcakes de colores imposibles. Imposibles pero preciosos. Y vaya guindas tenían los cupcakes. Vaya par de guindas.

Ahora, al llegar a casa, tu no tienes el pito para una simple magdalena. Por mucho que esté horneada a fuego lento. Tal vez con la mejor harina. Los cupcakes… . Esos tienen colorante a saco. Por algún motivo el E-345 te la pone durísima. Sin embargo, mira tú por donde la ralladura natural de limón te la deja más blanda que un teletubbie. Concretamente más blandito que ese tan majo, el del bolsito.